La neuralgia postherpética es una condición que altera las fibras nerviosas, ocasionando dolores incesantes, fuertes y molestos; este padecimiento es común después de haber sufrido una cepa del virus herpes zóster, el cual no fue tratado adecuadamente y dejó este tipo de secuelas. Los síntomas pueden ser intermitentes y lo suficientemente graves como para limitar la actividad diaria.
El sarpullido generado por el herpes zóster es doloroso, contagioso, produce picazón y es probable que desaparezca después de unas semanas; una vez suceda esto, las molestias deben ir disminuyendo, de lo contrario, se trataría de una neuralgia postherpética.
Los síntomas varían dependiendo de la persona, es decir que, algunos individuos tienen una sintomatología más intensa o dolorosa, la cual es limitante, incapacitante y molesta; esta tiene la posibilidad de ir empeorando con el tiempo, causando aún más inconvenientes en la vida del individuo y convirtiéndose en un serio problema.
En algunos de los casos el dolor se sitúa en la misma zona o cerca de donde se generó el brote de herpes zóster, sin embargo, este tiene la posibilidad de desplazarse a otras zonas del cuerpo.
De igual forma, es probable que se desencadenan síntomas emocionales por la dificultad y constancia del dolor, así que la persona se encontrará más vulnerable a situaciones cotidianas o agentes externos.
Una vez la persona contrae varicela, el virus se mantiene intacto en el organismo y ante la presencia de afectaciones en el sistema inmunológico o avances en la edad, puede llegar a activarse y ocasionar herpes zóster, que es el detonante principal de la neuralgia postherpética, es importante resaltar que esto es variable, no todo el mundo presenta este tipo de padecimiento después de la cepa.
La edad es otro de los factores más relevantes en esta afección, ya que se evidencia frecuentemente en personas mayores de 50 o 60 años; por otro lado, el padecimiento de una enfermedad crónica también se considera un riesgo, sobre todo si se trata de diabetes o si la persona fue sometida a quimioterapias recientemente.
Además, diversos estudios han encontrado una relación con la zona en donde se presentó el herpes zóster y la probabilidad de contraer la neuralgia postherpética, es decir que, las áreas como el rostro y el torso son las más propensas o sensibles.
Si usted comienza a evidenciar sarpullido generado por el herpes zóster acuda inmediatamente con un especialista en el área, con el fin de brindarle atención oportuna y suministrarle un tratamiento antiviral, el cual debe ser otorgado antes de las 72 horas como máximo después de haber desarrollado la erupción.
Esta condición se presenta comúnmente cuando el herpes zóster no es atendido a tiempo y comienza a dañar o perjudicar las fibras nerviosas del área corporal en donde está la erupción; como se genera una alteración, estos nervios empiezan a emitir señales exageradas ante cualquier estímulo del ambiente, confundiendo al cerebro y ocasionando el fuerte dolor.
Realizar un diagnóstico es sencillo teniendo en cuenta la sintomatología intensa que prevalece después del herpes zóster y las marcas que quedan presentes en la piel; no obstante, existe un porcentaje de individuos que, a pesar de haber padecido el virus, no presentaron ninguna reacción cutánea, motivo por el cual, se deben implementar pruebas que identifiquen el desencadenante del dolor.
Los tratamientos varían según el grado y tiempo de la sintomatología, por lo general se comienzan a sobrellevar con medicamentos que regulan o controlan el dolor, pero si este método no tiene efectos, se buscan otras alternativas con los especialistas en tratamiento del dolor en Puebla, quienes se encargarán de ofrecerle diferentes opciones de intervención.
Estos profesionales buscan el control del dolor crónico en Puebla y otras regiones, proporcionando métodos que no generen tanta invasión como las cirugías abiertas, pero que sean igual de efectivos y mejoran la calidad de vida de la persona, ya que permiten regular los niveles de malestar con el uso de radiofrecuencia, aplicación de toxina botulínica, entre otras técnicas eficaces.
Si desea más información sobre tratamientos para la neuralgia postherpética u otros padecimientos que producen dolor crónico, comuníquese con nosotros por medio del número telefónico (222) 290 7751 o escríbanos al correo electrónico contacto@clinicaindolore.com, allí le otorgamos una respuesta oportuna.