En la actualidad, el tratamiento para la neuralgia del trigémino es posible y tiene efectos positivos en la vida de las personas. La neuralgia del trigémino es un trastorno nervioso caracterizado por la disfunción del nervio trigémino, que es el nervio encargado de transportar información sensible desde la cara al cerebro, además de controlar los músculos involucrados en la masticación. Por tanto, este trastorno se caracteriza por un intenso dolor, generalmente repentino, en el rostro, ojos, nariz o mandíbula.
El tratamiento debe ser indicado por un neurólogo o por médicos especialistas en el dolor crónico de acuerdo con la historia de cada persona y la intensidad de los síntomas, pero generalmente se inicia con el uso de medicamentos y, en ciertos casos, puede ser necesaria la cirugía, especialmente cuando no hay mejoría en síntomas. Otros tratamientos también son usados y están teniendo grandes resultados como la toxina botulínica.
El uso de medicamentos es la primera opción de tratamiento recomendada por el médico idóneo como el neurólogo o los especialistas del dolor. Los fármacos recetados generalmente son:
La neuralgia del trigémino se caracteriza por generar dolor severo que se asemeja a una descarga eléctrica en la cara. El tratamiento con medicamentos generalmente ayuda a controlar la irritación de los nervios y disminuir los síntomas de manera significativa. En caso de que los medicamentos pierdan eficacia, el médico podrá aumentar la dosis y, si no es efectivo, se procederá a evaluar otras opciones de tratamiento.
El tratamiento fisioterapéutico de la neuralgia del trigémino se puede realizar mediante electroestimulación, en la que se liberan pequeñas descargas eléctricas en la cara para controlar la sensibilidad nerviosa y aliviar el dolor. En el caso de la neuralgia postherpética también puede ser usado este tratamiento, ayudando a reducir de manera significativa el dolor crónico y agudo.
Cuando a pesar de los medicamentos administrados en las dosis correctas, el dolor persiste, puede ser necesaria una cirugía. Además de poder tener efectos secundarios, el paciente puede desarrollar alergia al fármaco o no presentar una reducción de las convulsiones incluso después de alcanzar la dosis límite del fármaco, lo que hace más concreta la hipótesis de la cirugía. Las técnicas quirúrgicas para tratar la neuralgia del trigémino incluyen tres enfoques mínimamente invasivos y un procedimiento más complejo.
El camino para llegar al nervio en cirugías mínimamente invasivas suele ser similar. El paciente recibe anestesia local o sedación leve para realizar una punción en la línea papilar media entre la comisura labial y el poro acústico, un pequeño orificio en el oído. Entonces es posible llegar a un pequeño orificio dentro de la base del cráneo llamado foramen y llegar al ganglio donde comienza el nervio trigémino, el procedimiento dura unos diez minutos.
Uno de los métodos quirúrgicos consiste en inyectar una sustancia química directamente en el ganglio, que puede ser glicerol, glicerina o propanotriol, según el diagnóstico. Durante dos años dura el efecto en el 50% de los casos, no obstante, transcurrido este tiempo el dolor regresa por lo que es necesario llevarlo a cabo nuevamente o emplear otro tratamiento que permita aliviar los síntomas.
Otra opción, ampliamente adoptada para tratar diversas patologías neurológicas como el dolor crónico, trastornos del movimiento y del comportamiento y algunos casos de epilepsia refractaria, también se puede aplicar para el control de la neuralgia del trigémino. La radiocirugía, que aplica una alta dosis de radiación ionizante a través de un dispositivo de radioterapia en la región nerviosa, provoca cambios en el ADN capaces de destruir células y aliviar el dolor. El procedimiento es ambulatorio y no requiere hospitalización.
Otra posibilidad es realizar una punción mediante electrodos de radiofrecuencia, produciendo una lesión térmica controlada que disminuye la sensibilidad nerviosa y, en consecuencia, el dolor. En la actualidad, las inyecciones de toxina botulínica son un tratamiento para la neuralgia del trigémino que está siendo efectivo contra esta dolencia, ya que, ayuda a reducir el dolor de manera considerable cuando los fármacos ya no son exitosos.
Los síntomas de la neuralgia del trigémino se desencadenan por cualquier movimiento que promueva la compresión nerviosa, como cepillarse los dientes o masticar. Los síntomas están relacionados con la ubicación donde se comprime el nervio, siendo principalmente:
El dolor suele ser repentino, puede durar entre segundos y horas, aparece como un shock y bastante intenso, pudiendo localizarse en una sola región o extenderse por el rostro. Cuando los ataques de dolor ocurren varias veces al día, pueden ser bastante incómodos para la persona, por lo que se recomienda buscar orientación del neurólogo o de especialistas en el dolor como es la Clínica InDolore.
La neuralgia del trigémino puede ocurrir debido a golpes en la cabeza o la cara, disminución de la circulación sanguínea en la región, cirugía o uso de medicamentos, por ejemplo. El diagnóstico lo realiza el especialista a través de la evaluación de los síntomas descritos por la persona, pero también pueden estar indicadas pruebas adicionales, como la resonancia magnética, por ejemplo, para comprobar si existe alguna patología más grave responsable de la neuralgia del trigémino, como un tumor.
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