El cáncer es una enfermedad compleja que puede llegar a incidir considerablemente en la calidad de vida de los pacientes. Una de las formas más comunes, es el dolor que lleva a provocar. Como oncólogos en Puebla se podría hablar de casos, donde el cáncer puede no necesariamente producir dolor. Sin embargo, esto dependerá del tipo de cáncer, la ubicación que tenga, la etapa en la que se encuentre, la existencia de otras complicaciones de salud y la tolerancia al dolor de los pacientes.
El dolor asociado al cáncer puede ser generado por la misma enfermedad, evaluaciones diagnósticas o incluso por tratamientos especializados que se aplican en su momento.
En algunas ocasiones, los tumores pueden ejercer presión en estructuras como huesos, nervios u órganos. Por ejemplo, la compresión de la médula espinal puede llegar a provocar molestias o dolor de la espalda y cuello, así como, entumecimiento en las extremidades. Este tipo de dolor se puede intensificar, cuando se hacen esfuerzos al momento de estornudar, toser, etc.
Cabe destacar que, se debe actuar rápidamente para que no llegue a afectar los esfínteres o incluso provocar parálisis. Además, el dolor puede ser producto de un cáncer óseo, enfermedad que inicia o se expande hacia los huesos.
Algunas evaluaciones médicas que se aplican para determinar la existencia de un cáncer, pueden ser dolorosas para algunos pacientes. Con relación a los tratamientos de quimioterapia y radioterapia, pueden incluso debilitar los huesos y provocar el desarrollo de fracturas.
También, este tipo de terapias tienden a producir efectos secundarios molestos y, en algunos casos, llevan a los pacientes a desistir de realizarse estos tratamientos. En lo que respecta a la radioterapia, puede provocar neuropatía periférica, que consiste en un daño que se genera a nivel de los nervios y produce debilidad, dificultad para caminar, entumecimiento, entre otros.
El cáncer puede llegarse a tratar, a través de una cirugía u operación quirúrgica, que puede provocar dolor por varios días o semanas tras haberse realizado. Por otro lado, se llega hablar de dolor fantasma, y este se refiere al dolor que se presente luego de amputar algún miembro del cuerpo. En este caso, conviene contar con el apoyo de especialistas en dolor oncológico en Puebla para lidiar adecuadamente con ello.
El dolor de espalda no es un síntoma común en gran parte de los casos de cáncer de seno. Inclusive, se estaría hablando de una molestia muy común, por tanto, es normal que se pueda asumir que se trata de un signo asociado a una enfermedad grave.
El dolor de espalda puede ser considerado un síntoma del cáncer de mama, debido a que se puede llegar a propagar hacia los huesos. El cáncer puede ocasionar el debilitamiento de los huesos, generando fracturas a nivel parcial o total. Además, podría impactar un nervio que deriva de la médula espinal, lo que hace que se produzca dolor.
Los huesos que se ven afectados por la metástasis del cáncer de mama, comúnmente son los del esqueleto central, como: huesos pélvicos, columna vertebral, cadera y costillas. Es probable que pueda existir confusión con el cáncer metastásico en la columna vertebral con ciática u otro tipo de patología a nivel de la espalda que son consideradas benignas.
Existen diferencias entre el dolor de espalda normal y el dolor podría tener relación como un signo de cáncer de seno. En el caso del dolor de espalda que se encuentra asociado con el cáncer de seno, no es el mismo que aquel que se experimenta, por ejemplo, a raíz de una contractura.
El dolor de espalda, que se considera como normal, puede tener relación con una lesión determinada y mejorar con el paso del tiempo sin mayor problema, o puede empeorar o mejorar, cuando se llevan a cabo ciertos movimientos. Pese a ello, el dolor de espalda asociado con el cáncer de mama, puede ser más constante, no necesariamente cuando se realizan movimientos específicos y no asociados con alguna lesión.
Al padecer cáncer o incluso cuando se haya superado, se recomienda que además de continuar con algún tratamiento específico debido a esta enfermedad. También, es importante contar con un cuidado especial para mantener la salud musculoesquelética.
En este sentido, se pueden considerar algunas actividades como el ejercicio físico moderado y regular, disponer del apoyo de oncólogos en Puebla, realizar una dieta equilibrada y descansar en la medida de lo posible.
En INDOLORE contamos con un equipo multidisciplinario para atender a nuestros pacientes con la atención y apoyo que requieren. Ofrecemos tratamientos efectivos, dependiendo del origen de sus padecimientos, para lograr así que puedan mejorar su calidad de vida.
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