El dolor oncológico es una de las manifestaciones más comunes y temidas en pacientes con diagnóstico de cáncer. Puede presentarse en cualquier etapa de la enfermedad, desde el diagnóstico hasta los cuidados paliativos, y su impacto en la calidad de vida es profundo. En InDolore, entendemos que el control adecuado del dolor es fundamental no solo para el bienestar físico del paciente, sino también para su estabilidad emocional, funcional y social.
¿Qué causa el dolor oncológico?
El dolor en pacientes con cáncer puede tener distintas causas:
- Infiltración directa del tumor en estructuras sensibles como huesos, nervios y órganos.
- Efectos secundarios de tratamientos como quimioterapia, radioterapia o cirugía.
- Condiciones no relacionadas directamente con el cáncer, como artritis o neuropatías.
Este dolor puede ser agudo o crónico, continuo o intermitente, y a menudo es de tipo mixto, combinando componentes nociceptivos y neuropáticos, lo cual complica su manejo con tratamientos convencionales.
Dolor oncológico
Importancia del enfoque algológico especializado
El dolor oncológico no debe asumirse como un síntoma inevitable. Un especialista en dolor (algólogo) puede intervenir con estrategias avanzadas y seguras que van más allá de los analgésicos tradicionales:
- Optimizar el tratamiento farmacológico:
- Uso racional y escalonado de opioides, según la escala de la OMS.
- Empleo de coadyuvantes como antidepresivos, anticonvulsivantes o corticoides.
- Ajustes individualizados para minimizar efectos adversos.
- Intervencionismo en dolor:
- Bloqueos nerviosos periféricos o centrales guiados por imagen.
- Neurodestrucción por radiofrecuencia en pacientes refractarios.
- Implantes de bombas intratecales para administración continua de analgesia.
- Apoyo emocional y multidisciplinario:
- Coordinación con psicólogos, oncólogos, nutricionistas y cuidados paliativos.
- Involucramiento activo del paciente y su familia en la toma de decisiones.
Beneficios del manejo especializado del dolor en cáncer
- Reducción significativa del sufrimiento físico y emocional.
- Mejora en la movilidad, el sueño y la participación en actividades cotidianas.
- Mayor adherencia a los tratamientos oncológicos.
- Aumento en la autonomía, dignidad y calidad de vida.
Conclusión
El dolor oncológico no debe considerarse como una carga inevitable del cáncer. Con el apoyo de un equipo experto en algología, es posible alcanzar un alivio adecuado y devolver al paciente la posibilidad de vivir con mayor confort y plenitud. En la Clínica InDolore, nuestro compromiso es ofrecer tratamientos personalizados y compasivos que respeten la individualidad de cada paciente y su etapa de vida.
Referencias
- Fallon, M., & Hoskin, P. (2021). Cancer pain. BMJ, 372:n412.
- Caraceni, A., Hanks, G., Kaasa, S., et al. (2012). Use of opioid analgesics in the treatment of cancer pain: evidence-based recommendations from the EAPC. The Lancet Oncology, 13(2), e58-e68.
- Paice, J. A., & Ferrell, B. (2011). The management of cancer pain. CA: A Cancer Journal for Clinicians, 61(3), 157-182.
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