La piel es el órgano más grande del cuerpo, entre sus derivados están el cabello, las uñas, las glándulas sebáceas y las sudoríparas, esas que no te gustan en tus axilas. Sin embargo, en ocasiones se ve afectada por enfermedades como la neuralgia postherpética, la cual puede ser dolorosa. A pesar de que una de las principales funciones de la piel sea la protección del cuerpo de factores externos, no siempre se puede detener a los virus y bacterias que consiguen entrar por otro sitio.
Nuestra piel se encarga de cosas como la regulación de la temperatura de nuestro cuerpo, cuando estamos expuestos al calor o al frío los nervios que se encuentran en todo este órgano se encargan de mandar señales al cerebro para que los vasos sanguíneos se dilaten o se contraigan según sea el caso, también nos va a proteger creando melanina cuando nos exponemos al sol.
Una de las enfermedades más comunes que se manifiesta en nuestra piel es la varicela, ocasionada por el virus de la varicela zóster, que produce sarpullido en forma de ampollas, hay mucha comezón en las zonas donde aparecen, hay cansancio y fiebre. Este sarpullido suele aparecer primero en la zona del estómago, la espalda, y la cara, pero después se extiende por todo el cuerpo.
Es una enfermedad muy molesta para cualquiera que la padece, puede contagiarse cualquier persona de cualquier edad, se debe poner especial atención en los bebés y las personas que tengan un sistema inmunitario debilitado. Y la mejor forma de prevenir contagiarse de esta enfermedad es por medio de una vacuna. Por eso es importante seguir el calendario de vacunación desde que nacen los bebés.
Una persona que se haya contagiado de esta enfermedad suele presentar los primeros síntomas a los 10 o 20 días de contagio, son contagiosas desde 1 o 2 días antes de que aparezcan las lesiones en la piel, y dejan de serlo hasta que en todas las lesiones se haya formado una costra.
Las personas que han sido vacunadas no presentan los síntomas de forma tan agresiva, pero igualmente pueden contagiar a los demás, sobre todo a los que no se hayan vacunado, deja de contagiar a los que están a su alrededor cuando hayan pasado 24 h sin que aparezcan lesiones nuevas en la piel.
La duración de esta enfermedad varía de 5 a 7 días, mismos que suelen faltar los niños a la escuela para prevenir un contagio entre sus compañeros. Una vez que ha pasado el riesgo de contagio puede volver a sus actividades normales. Una persona que padeció esta enfermedad normalmente durante la infancia se queda con el virus guardado en el tejido del sistema nervioso. Y cuando el sistema inmunitario de la persona que aloja el virus se debilita o bajan las defensas, suele haber una reactivación del virus. Nada más que en esta ocasión provocará herpes zóster.
Es una infección viral que viene del virus de la varicela, causa infección en la piel, es muy dolorosa, puede presentarse en cualquier parte de nuestro cuerpo, pero normalmente se manifiesta en el torso. Entre la gente también se le conoce como culebrilla, debido al patrón que siguen las ampollas a lo largo del trayecto del nervio cuando van apareciendo. La enfermedad puede durar de 3 a 5 semanas, es benigna, pero es sumamente dolorosa, y puede llegar a afectar parte de la cara, el ojo, incluso el cerebro.
Los factores que pueden provocar la aparición siempre se deben a los relacionados a los que afectan nuestro sistema inmunológico deprimiéndolo a tal grado que las defensas quedan bajas y puede reactivarse el virus de la varicela y aparecer el herpes zóster, entre los factores se encuentran: grandes cantidades de estrés, fatiga crónica, cansancio extremo y ansiedad.
Ya vimos que el «papá» del herpes zóster es la varicela, pues su nieto vendría siendo una neuralgia postherpética, que es una de las complicaciones más comunes de esta enfermedad. Si recordamos que al herpes zóster se le llama culebrilla por el patrón que siguen las ampollas a lo largo del nervio, pues es en estas zonas donde se presenta la neuralgia. Este padecimiento puede durar meses o años, se presenta un dolor intenso que llega a debilitar a quien lo padece interfiriendo en sus actividades diarias.
Es más probable que lo presente una persona mayor que tenga herpes zóster, y es más probable que el dolor sea más intenso y duradero. Es raro pero las personas pueden presentar complicaciones como neumonía, problemas auditivos, encefalitis e incluso la muerte. Como podemos darnos cuenta que este padecimiento es muy doloroso, le recomendamos que acuda a InDolore a nuestra clínica del dolor en Puebla.
El tratamiento para la neuralgia postherpética varía de una persona a otra, por lo tanto en ocasiones será necesario probar varios o hacer una combinación de estos para disminuir el dolor. Generalmente se usan parches de lidocaína, de capsaicina, antidepresivos, anticonvulsivos, inyecciones de corticoides y algunos analgésicos opioides.
Esta enfermedad debe ser atendida por especialistas en tratamiento del dolor en Puebla, sobre todo por los dolores intensos que pueden presentar los pacientes y los medicamentos necesarios para disminuirlo.
En InDolore tu bienestar es muy importante para nosotros, contamos con especialistas en alivio del dolor en las neuralgias más comunes y otros tratamientos para cuidar de tu salud. Agenda tu cita al teléfono (222) 290 7751 y al (222) 441 9581 o envíanos un correo electrónico a contacto@clinicadeldolorpuebla.net te enviaremos toda la información que necesitas.