México tiene una población de 120 millones de habitantes y atraviesa una transición epidemiológica en la cual el envejecimiento de la población hace más frecuentes las enfermedades crónicas no transmisibles, como el cáncer, que además de contar con el tratamiento de los oncólogos, también es necesario contar con especialistas en dolor oncológico en Puebla.
De acuerdo con cifras publicadas por la OMS, se diagnostican en México 148,000 nuevos casos de cáncer, los tipos de neoplasias más frecuentes son los de mama y próstata, seguidos por los cánceres cervicouterino, pulmonar, colónico y rectal.
El dolor en individuos con cáncer es un síntoma con alta prevalencia, temido y a menudo mal diagnosticado y tratado de manera inadecuada, se considera el tercer síntoma más frecuente y se presenta en 65 a 85% de los pacientes sin mencionar que la prevalencia del dolor no se relaciona en todos los casos con enfermedad avanzada.
La realidad es que el dolor puede presentarse desde el diagnóstico de la enfermedad, durante el tratamiento y en pacientes que presentan enfermedad metastásica o avanzada en un 33 a 64%. Diferentes estudios han demostrado que los pacientes con cáncer tratados por dolor están subtratados en un 66 a 82%.
Es muy importante que los oncólogos, paliativitas y otros especialistas en dolor oncológico en Puebla que están en contacto con los pacientes evalúen de manera regular y sistemática la presencia de dolor e instituyan un tratamiento temprano y adecuado para reducir el riesgo de sensibilización central y cronificación del dolor.
El dolor crónico representa más de la mitad de las consultas al sistema de atención de primer contacto, el dolor crónico afecta de 25 a 29% de la población mundial y aunque no se cuenta en el país con una base epidemiológica, se estima que aproximadamente 28 millones de mexicanos adultos y niños lo padecen.
En el caso de los pacientes que presentan cáncer, se estima que el 65 a 85% presentará dolor en algún momento de la enfermedad, el dolor por cáncer no representa una entidad clínica única y homogénea y su inadecuado manejo puede tener como generar graves consecuencias físicas, psicoafectivas y económicas tanto para el paciente como para su entorno familiar y profesional, así como de los servicios de salud. Por lo tanto, el que existan lineamientos y directrices para el manejo del paciente con dolor por cáncer permitirá que la mayoría de los pacientes accedan a un tratamiento efectivo y adecuado.
El dolor en el paciente oncológico puede tener diferentes orígenes por lo que su aparición no tiene que ser necesariamente un signo de progresión de la enfermedad, en algunos casos el dolor ocurre por la presión que ejerce el crecimiento del tumor sobre tejidos como los huesos, los nervios u otros órganos del cuerpo.
No obstante, el dolor puede estar causado también por el propio tratamiento de la enfermedad, por ejemplo, al someterse a una cirugía, la radioterapia o el propio tratamiento quimioterápico pueden producir dolor como un efecto adverso; o aunado a que en muchas ocasiones existe un dolor previo a la enfermedad como artrosis, jaquecas, lumbalgia.
Para la valoración del dolor en el paciente oncológico es de vital importancia que se tenga una adecuada evaluación para una buena analgesia, el dolor para ser tratado debe ser identificado y valorado, lo que requerirá una buena evaluación.
Existen varios métodos confiables y validados para establecer la severidad o intensidad del dolor, entre ellos las escalas numéricas del 0 al 10, las escalas verbales descriptivas (ninguno, leve, moderado, severo, insoportable), las escalas visuales análogas (0 a 3 leve, 4 a 6 moderado, 7 a 10 severo); otros tipo de instrumentos se preocupan de algunas dimensiones asociadas a la experiencia dolorosa, como la actividad física, emociones, grado de mejoría y satisfacción con el tratamiento, entre otros.
Junto con la medición de la intensidad dolorosa, es imperativo establecer el o los tipos de dolor para guiar la terapia.
Acudir con especialistas en dolor oncológico en Puebla es la mejor manera de recibir un tratamiento integral para el dolor de acuerdo con el tipo de cáncer, la intensidad y el origen. Los tipos de tratamiento se dividen en farmacológico y no farmacológico.
Tratamiento farmacológico
Existe una gran cantidad de analgésicos y fármacos adyuvantes que se utilizan en el tratamiento del dolor por cáncer. En general, a cada paciente con cáncer se le recetarán analgésicos de venta libre que deben tomar con regularidad o medicamentos recetados que pueden ser orales o inyectados y deben tener un control estricto, además de medicamentos contra las náuseas, especialmente si se recetan opioides,
La medicación analgésica se puede administrar de varias formas diferentes, incluso por vía oral, como inyecciones intravenosas o intramusculares, como un supositorio o en catéteres epidurales o intratecales. Algunos tipos de dolor por cáncer son especialmente adecuados para un tratamiento en particular, como el dolor visceral nociceptivo, somático nociceptivo, neuropático, entre otros.
Tratamientos no farmacológicos
Se trata de técnicas no farmacológicas para el dolor que no dependen de la medicación y son muy útiles, ya que aumentan la tasa de éxito del tratamiento y reducen las puntuaciones de dolor. Entre algunas opciones que incluyen están la fisioterapia, relajación muscular, bloqueos nerviosos, cirugía; tratamiento psicológico, como modificación de la conducta, terapia familiar, manejo del estrés; factores sociales con grupos de apoyo comunitario, terapia ocupacional, grupos de autoayuda; entre otros.
Es importante que acudas con médicos especialistas en dolor oncológico en Puebla y en cada área de tratamiento, esto hará que tu tratamiento y evolución sean exitosos. VIVE SIN DOLOR con INDOLORE. Te invitamos a agendar una cita en nuestros consultorios para recibir el mejor del dolor oncológico y mejorar tu calidad de vida. Estamos a su disposición a través del correo electrónico contacto@clinicaindolore.com o vía telefónica al (222) 290 7751 y (222) 441 9581.
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