La osteoartritis de la columna es una afección que generalmente ocurre debido al envejecimiento y regularmente se diagnostica después de los 50 años, puede afectar cualquier parte de la columna, pero lo más común es que se manifieste en la zona lumbar. Sus causas incluyen lesiones en la columna, desgaste de los discos intervertebrales o una enfermedad hereditaria. Cualquiera que sea el origen, es necesario un tratamiento para la artrosis de columna lumbar.
Este padecimiento por lo general puede causar dolor y rigidez, dificultad al agacharse, realizar actividades de soporte de peso, como caminar y en tareas diarias como vestirse y bañarse. Hay diferentes tratamientos que pueden ayudar a controlar la afección, entre los que se puede mencionar la fisioterapia para aliviar el malestar y recuperar movilidad.
A medida que envejecemos, los discos de nuestra columna pueden desgastarse, estrecharse o comenzar a abultarse. Estos cambios pueden ejercer presión sobre el cartílago, los ligamentos y las articulaciones en el nivel afectado de la columna y pueden provocar dolor.
El estrechamiento del disco también resulta en la reducción del espacio entre las articulaciones espinales, llamadas articulaciones facetarias. Las fuerzas que soportan peso en las articulaciones aumentan debido a estos cambios de disco. Como resultado, el cartílago que cubre la superficie de la articulación puede comenzar a desgastarse con el tiempo.
A medida que progresa la osteoartritis de la columna, su cuerpo intentará repararla haciendo crecer hueso nuevo. Este crecimiento óseo se llama espolón óseo. El desarrollo de espolones puede resultar en una condición conocida como estenosis espinal.
Si los espolones se agrandan, pueden crear un estrechamiento de los espacios en la columna. El estrechamiento puede involucrar áreas pequeñas o grandes y puede resultar en presión sobre los nervios cerca de las articulaciones involucradas, resultando en síntomas que pueden incluir dolor, hormigueo, entumecimiento o ardor.
Los síntomas varían de una persona a otra y pueden ir de leves a incapacitantes. Es posible que no tenga síntomas, aunque la afección esté presente. Su aparición y progresión pueden ser bastante lentas.
Con la enfermedad temprana o leve, los síntomas pueden ser intermitentes. Es posible que sienta rigidez o dolor después de estar sentado durante mucho tiempo, al despertar por la mañana o después de una actividad intensa.
Los síntomas comunes que identifica el especialista en columna Puebla incluyen:
Dolor que empeora después de una inactividad prolongada, al levantarse por la mañana o después de la actividad física. También después al pararse y caminar y mejora al sentarse o acostarse.
Rigidez después de una inactividad prolongada, al levantarse por la mañana o con el movimiento de la zona afectada de la columna. Con una afección más avanzada, síntomas que no mejoran con el descanso y que interfieren con el sueño.
Sensaciones de dolor, ardor u hormigueo que se extienden al hombro o el brazo, o a las nalgas o la pierna
Dificultad para realizar las actividades diarias normales, como vestirse y bañarse, así como caminar y estar de pie, a medida que avanza la afección
El médico especialista realizará una evaluación exhaustiva y hará preguntas para formarse una imagen clara de su situación individual. Estas preguntas pueden incluir información sobre salud pasada y actual y el uso de medicamentos, cómo se desempeña en su vida diaria, cómo surgieron sus síntomas, cuánto tiempo ha tenido síntomas, dónde se localizan.
El fisioterapeuta ayudará a establecer metas para reducir sus síntomas y retrasar la progresión de la enfermedad. Aprenderán a hacer ejercicio de forma segura y continuará participando en sus actividades diarias normales.
El fisioterapeuta puede ayudarle con una variedad de opciones de tratamiento para la artrosis de columna lumbar, que incluyen:
Es el tratamiento más importante para aliviar el dolor y mejorar la movilidad. El especialista recomendará actividades específicas de bajo impacto que fortalecerán la columna, el abdomen y los músculos de la cadera, para mejorar su capacidad para pararse, caminar y mantener el equilibrio y reducir el riesgo de caídas.
Los ejercicios de estiramiento específicos para la columna, brazos o piernas son ideales según los resultados de su evaluación inicial. Las personas obesas tienen una necesidad especial de estiramientos y ejercicios. Combinado con el fortalecimiento, el estiramiento puede ayudar a retrasar la progresión de la enfermedad.
El manejo de los síntomas significa aprender a sentirse mejor y mantenerse activo. A veces, las personas temen que el aumento de la actividad empeora sus síntomas o aumente el dolor. El fisioterapeuta ayudará a aprender a ser más activo sin empeorar sus síntomas con niveles adecuados de actividad y a desarrollar un programa único para que siga en movimiento.
Si son obesos, es probable que tengan más deterioro de la columna en la parte superior de la espalda. El fisioterapeuta puede ayudarlos a mejorar sus niveles de actividad y derivarlo a expertos en nutrición.
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